El efecto placebo es un fenómeno médico popularizado. Sucede en el momento en que alguien responde a un régimen inerte o bien una expectativa de beneficio como respondería a un régimen real. Los especialistas no tienen idea precisamente cómo ni por qué razón, mas está claro que un individuo que recibe un placebo, así sea una pastilla de azúcar, una inyección de solución salina o bien inclusive una cirugía simulada o bien acupuntura simulada, comúnmente experimentará una optimización real o bien percibida en su condición. 1 Los placebos sin elementos de medicamentos activos tienen la posibilidad de desatar cambios en la química cerebral, la continuidad cardiaca y la presión arterial. Un placebo inclusive puede hacer mejor la memoria en un corto plazo. Las técnicas de imágenes cerebrales demostraron que los placebos tienen un encontronazo medible en la actividad cerebral.
En 1955, Henry K. Beecher postuló que los placebos podrían tener efectos clínicamente significativos. Desde ese momento, los científicos que estudian la neurobiología del efecto placebo han preciso que los placebos y los medicamentos emiten efectos mediante vías fisiológicas recurrentes. Los placebos dismuyen el mal, un fenómeno popular como «analgesia placebo», activando los mecanismos calmantes de nacimiento del cuerpo.
Desde 1978 se conoce que la analgesia con placebo supone la liberación real de opioides endógenos. Los mecanismos no opioides además están comprometidos en las intervenciones de placebo que reducen el mal. En 2011, estudiosos italianos liderados por Fabrizio Benedetti lanzaron novedosa luz sobre los complicados argumentos de la conexión cabeza-cuerpo en el momento en que detallaron que, en determinados casos, la aptitud del cerebro para inducir analgesia placebo es dependiente del sistema endocannabinoide.
El conjunto de Benedetti en la Facultad de Turín probó que la analgesia placebo no opioide está mediada por receptores cannabinoides CB1 , que predominan en el cerebro y el sistema inquieto central. Los científicos italianos probaron que un antagonista del receptor de cannabinoides sintético ( SR141716 ) evita la analgesia placebo no opioide al denegar la transmisión del receptor CB1 . Mas el antagonista CB1 no afectó las respuestas al placebo de opioides. «Los descubrimientos proponen que el sistema endocannabinoide tiene un papel primordial en la analgesia con placebo en varias situaciones en el momento en que el sistema opioide no está implicado», concluyeron los estudiosos.
Enormes esperanzas
Se ve que no hay un género de efecto placebo, sino más bien varios, que comprometen distintas mecanismos fisiológicos para distintas condiciones médicas y formas terapéuticas. Un placebo administrado como incitante va a tener un efecto incitante sobre el ritmo cardiaco, en tanto que un tranqulizante placebo va a tener un efecto tranqulizante. Un opiáceo placebo puede deprimir la función respiratoria como un opiáceo real. Varias personas experimentan síntomas de abstinencia tras el régimen con placebo. Los placebos tienen la posibilidad de provocar exactamente los mismos resultados consecutivos que los artículos farmacéuticos.
Las esperanzas de beneficio de un régimen, real o bien simulado, generarán un efecto placebo. Sencillamente «mencionarle a los pacientes que se está inyectando un analgésico y proporcionarles una solución salina es tan fuerte como una dosis de morfina de 6 a 8 mg», enseña un informe de 2004. Numerosos estudios han documentado que inclusive los pacientes que saben que están tomando una pastilla de placebo tienen la posibilidad de presenciar una fuerte respuesta al placebo con mejoras sintomáticas.
Para muchas dolencias, los tratamientos activos son eficientes, mas además entran en juego los efectos placebo, lo que añade una dimensión agregada al desarrollo de curación. Numerosos estudios demostraron que los calmantes y otros fármacos son considerablemente más efectivos en el momento en que los pacientes saben que los reiben. En el momento en que un tolerante recibe régimen y espera favorecerse, hay una sinergia entre el fármaco y la respuesta al placebo, lo que da como resultado efectos que tienen la posibilidad de ser un par de veces más poderosos que el fármaco en sí; esto se demostró para morfina, ketorolaco, tramadol y metamizol. Un metaanálisis de 1998 llevado a cabo por Irving Kirsch sugirió que solo el 25 por ciento de la efectividad de los antidepresivos recurrentes hay que al fármaco en sí, en tanto que medio efecto puede atribuirse a la respuesta al placebo. 2
Por otro lado, en el momento en que el aspecto placebo está ausente, como en los estudios en los que los pacientes no tienen idea precisamente cuándo reciben un fármaco, la efectividad del fármaco por lo general se disminuye a la mitad. Esto se ha visto en tratamientos para el mal, la patología de Parkinson y la ansiedad. Una investigación de Luana Colloca y sus colegas de la Capacitad de Medicina de la Facultad de Turín descubrió que el diazepam (Valium), en el momento en que se administra de manera enmascarada, es totalmente ineficaz como ansiolítico.
Genética Placebo
Los placebos no trabajan para todos. La variación individual en respuesta a los placebos está influida por numerosos causantes, incluyendo la genética y las diferencias de género. La expectativa de una inyección de glucosa intravenosa incrementa la liberación de dopamina en el cerebro, mas esto solo sucede en hombres, no en mujeres.
El efecto placebo sucede de forma más sobresaliente en varias condiciones, menos en otras. Los pacientes decaídos tienen un efecto placebo achicado, probablemente gracias a esperanzas más bajas. Los pacientes de Alzheimer pierden la aptitud de presenciar un placebo, una disfunción atribuible a la pérdida de su aptitud ligado de la corteza prefrontal para tener esperanzas.
La investigación de las aberraciones genéticas, conocidas como polimorfismos de un solo nucleótido ( SNP ), ha predeterminado un vínculo considerable entre el sistema endocannabinoide y el efecto placebo. La amida hidrolasa de ácido graso ( FAAH ), un ingrediente clave del sistema endocannabinoide, modula la analgesia con placebo, según una investigación de marzo de 2014 en Molecular Psychiatry . Este informe señala que una variación en el gen que codifica FAAH , el primordial metabolizador del endocannabinoide anandamida, está poderosamente relacionada con la sensibilidad de uno a los efectos placebo.
Estudiosos de la Facultad de Michigan hallaron que la receptividad al placebo está influida por una «variación servible sin ningún sentido» del gen que codifica FAAH , una enzima que regula el tono endocannabinoide al desarticular la anandamida, entre las moléculas del cerebro semejantes a la marihuana. Los compuestos cannabinoides endógenos, generados a demanda en respuesta al estrés fisiológico y al desequilibrio, se unen a los receptores celulares antes que sean degradados por la FAAH , un desarrollo fundamental para sostener la homeostasis fisiológica.
Un SNP en el gen FAAH da como resultado una mutación especial que decrece la actividad de FAAH , lo que lleva a escenarios más altos de endocannabinoides. (Menos FAAH significa más señalización endocannabinoide, en tanto que el exceso de FAAH agota el tono endocannabinoide). Se ve que un sistema endocannabinoide disfuncional perjudica de manera negativa la aptitud de favorecerse del efecto placebo, cuando menos respecto al mal. 3
El poder del pensamiento negativo
Visto que la expectativa de optimización logre crear provecho clínicamente significativos expone la pregunta: ¿Puede la expectativa de daño provocar patología? La respuesta corta es sí, y esto se denomina efecto nocebo.
Lamentablemente, el efecto nocebo no es infrecuente en medicina. El conjunto de Benedetti en Italia descubrió que las esperanzas negativas tienen la posibilidad de incrementar la producción de prostaglandinas inflamatorias, lo que empeora la percepción del mal. Tanto los placebos como los nocebos afectan la síntesis de prostaglandinas, lo que destaca cómo las esperanzas positivas y negativas tienen la posibilidad de encender canales bioquímicos idénticos. El efecto nocebo aparece de exactamente la misma matriz de condicionamiento, estudio y expectativa que engendra el efecto placebo.
Los pacientes sometidos a quimioterapia comúnmente se combaten a un poderoso nocebo con apariencia de náuseas anticipatorias. La sola iniciativa de otra ronda desgarradora de quimioterapia puede ser asoladora. Los capítulos intensos de náuseas anticipatorias por lo general suceden en pacientes con cáncer si las náuseas de la primera ronda de quimioterapia no se tratan apropiadamente. Los fármacos antieméticos recurrentes son ineficaces para tratar las náuseas anticipatorias. Mas los cannabinoides vegetales detallan una enorme promesa terapéutica para esta afección.
Los científicos canadienses de la Facultad de Guelph en Ontario realizaron una larga investigación sobre el potencial de los cannabinoides vegetales para tratar las náuseas anticipatorias. Descubrieron que numerosos fitocannabinoides, incluidos el THC , el CBD y, lo que es más esencial, el CBDA (cannabidiol en su forma cruda y sin calentar), calman las náuseas anticipatorias en animales de laboratorio condicionados. La investigación agregada sobre los compuestos de cannabis y las náuseas anticipatorias puede proveer más pistas sobre cómo el sistema endocannabinoide está implicado en las respuestas placebo / nocebo.
¿Confundir afecciones o bien ocasiones?
El catalizador más habitual de una respuesta nocebo sucede en el momento en que los pacientes son siendo conscientes de los resultados consecutivos farmacéuticos perjudiciales. El fácil hecho de leer sobre los resultados consecutivos desfavorables incrementa las posibilidades de experimentarlos. Esto ubica a los médicos en una situación extraña: desde luego, no tienen la posibilidad de retener información sobre los peligros potenciales de un fármaco o bien trámite quirúrgico, mas comunicar esta información puede provocar daño al inducir un efecto nocebo. Este problema además hace difícil la realización de estudios de investigación sobre el efecto nocebo. 4
Los placebos además sugieren retos únicos para médicos y científicos. A lo largo de varios años, los estudiosos médicos consideraron que el efecto placebo era una molestia confusa, una variable confusa que sesga los ensayos clínicos. El aspecto placebo complica los sacrificios para considerar nuevos tratamientos: ¿qué está andando verdaderamente: el fármaco o bien la expectativa de beneficio?
Tanto los placebos como los nocebos cuestionan teóricos científicos trasnochados que ignoran el contexto psicosocial que comunica el ritual terapéutico. Los estímulos sociales, como las expresiones de un médico o bien inclusive la decoración del consultorio de un médico, tienen la posibilidad de encender los circuitos endocannabinoides y otras redes de neurotransmisores (incluyendo las endorfinas, la dopamina y la colecistoquinina) que median el efecto placebo. Dicho de forma concisa, el efecto placebo es la traducción física de señales y símbolos mentales que están presentes en un ámbito curativo. En última instancia, supone que los pensamientos tienen la posibilidad de encender exactamente los mismos receptores cerebrales que activa el cannabis, empezando una cascada de señalización bioquímica que acaba en una respuesta al placebo.
¿Cuáles son las implicaciones morales de un médico que prescribe un placebo sin decírselo al tolerante? ¿O bien no recetar un placebo si pudiese asistir? El engaño no posee por qué razón ser una parte de la terapia avanzada con placebo, ya que los pacientes que se dan cuenta de que reiben un placebo aún tienen la posibilidad de presenciar una vigorosa respuesta al placebo. Fabrizio Benedetti, que escribió extensamente sobre el efecto placebo, mantiene que los médicos no tienen que evadir las prácticas que fomentan una respuesta al placebo en los pacientes. Benedetti da ocho recomendaciones para los expertos de la salud: «charlar de forma positiva sobre los tratamientos, ofrecer aliento, desarrollar seguridad, ofrecer calma, respaldar las relaciones, respetar la singularidad, examinar valores y hacer liturgia». En última instancia, estas prácticas tratan de conformar una relación edificante médico-tolerante, donde el tolerante confía en el médico y el médico resalta los desenlaces positivos.
Adrian Devitt-Lee es un escritor colaborador de Santuario CBD CBD . El director del Emprendimiento CBD , Martin A. Lee, es el creador de Señales de humo: una historia popular de la marihuana: médica, recreativa y científica .
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Notas al pie
- Un ensayo de un conjunto finlandés de estudio de lesiones meniscales anunciado en el New England Journal of Medicine halló que la cirugía simulada de meniscos (rodilla) es de todas formas eficaz que el trámite real. No equipararon esto con un conjunto sin régimen, por otro lado, se observaron actualizaciones respecto al valor inicial tanto en la cirugía simulada como en la real.
- Un metanálisis es una técnica estadística que se usa para considerar varios estudios diferentes. En vez de tener en cuenta a cada sujeto como una exhibe de una población azarosa, es considerado el resultado del estudio como la variable azarosa. Esto lleva a una estimación que tiene una tasa de falsos positivos considerablemente más baja que si se combinaran todos y cada uno de los datos y se hiciese un solo análisis. Por norma general, se respetan los metanálisis, mas son propensos a fallar si los estudios son pequeñísimos o bien usan metodologías inconsistentes.
- El estudio de la Facultad de Michigan examinó el efecto de esta mutación FAAH sobre la analgesia placebo inducida por opiáceos. No estudió cómo la mutación FAAH perjudica el analgésico placebo apoyado en endocannabinoides. No es asombroso que las mutaciones en el sistema endocannabinoide afecten al desempeño del sistema opioide; Los sistemas endocannabinoides y opiáceos humanos establen contacto extensamente, y el receptor µ-opioide y el receptor CB1 se unen entre sí para achicar el mal.
- La mayor parte de los estudios sobre el efecto nocebo se han basado en dolencias leves como problema realmente grave o bien alergias, o bien se hacen por medio de acondicionamiento en animales de laboratorio. En una investigación clínico, a hombres nipones con alergias moderadas se les mencionó que el alérgeno se aplicó a la piel en el momento en que, en verdad, era una substancia inerte. Las erupciones duraron hasta 11 días. En otro estudio, una sugerencia de nocebo de un médico adjuntado con el opiáceo remifentanilo fue tan enclenque como no recibir ningún régimen. Por otro lado, una sugerencia de placebo fue tan fuerte como la administración enmascarada de remifentanilo, y recibir tanto el placebo como el opiáceo fue un par de veces más poderoso que alguno de solos.
Fuentes
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